La Unesco distingue con este reconocimiento a la composición, interpretación y transmisión de este género musical de origen cubano
El bolero ha sido reconocido por la Unesco. La composición, interpretación y transmisión de este género musical ahora tienen el apelativo de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de acuerdo al Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
El Ministerio de Cultura de Cuba y la Secretaría de Cultura del Gobierno mexicano presentaron en marzo del año pasado el expediente ‘Bolero: identidad, emoción y poesía hechas canción’ para que el género romántico se incluyera como Patrimonio de la Humanidad. La apuesta ha tenido éxito. Este martes el comité distinguió las composiciones y los adornos de guitarra que dotan de melancolía, amor y nostalgia a los boleros. La candidatura del bolero fue apoyada en México y en Cuba por organismos y dependencias como el Instituto Bolero México (IBM) y la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas. Un sinfín de compositoras, autores, arreglistas, músicos, intérpretes, académicas y promotores culturales sostuvieron la candidatura.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, “la inscripción como Patrimonio Cultural Inmaterial es una herramienta que refuerza la salvaguardia al fomentar la creación de planes específicos y acciones para su preservación. Asimismo, contribuye a legitimar estas prácticas como un derecho cultural y una expresión de la diversidad”.
Origen del bolero, Patrimonio Cultural de la Humanidad
El bolero nació en Santiago de Cuba en el siglo XIX. Como si de una premonición se tratara, el primer bolero se llamó Tristezas, de José Sánchez. La canción se compuso durante la guerra por la Independencia de Cuba, liderada por José Martí, y relata el romance imposible entre dos personas. “No hay prueba de amor que deje entrever cuánto sufro y padezco por ti”.
La primera mujer bolerista fue la cubana María Teresa Vera. Proveniente de una familia de esclavos, a los 15 años inició su carrera musical con el tema Mercedes, de Manuel Corona. “Por ella canto y lloro, por ella siento amor. Por ti, Merced querida, se extingue mi dolor”.
Hasta principios del siglo, el género comenzó a escucharse en La Habana; después, por su cercanía con Cuba, emigró a México. Las tierras de Veracruz y Yucatán se convirtieron en las aduanas del género musical. En esos dos Estados, nacieron dos de los máximos representantes del bolero en México años más tarde: Agustín Lara y Armando Manzanero. El primer bolerista mexicano fue Guty Cárdenas, quien compuso Presentimiento. “Sin saber que existías te deseaba, antes de conocerte te adiviné”.
El bolero inició su camino en México como sinfonía de cantinas, bares y tugurios. Era un género que relataba las historias de amor entre los pobres y que vivió sus primeros años alejado de las clases altas del país. De acuerdo con Alicia Martínez Medrano “fue una respuesta del pueblo a la ópera”. La radio se convirtió en el instrumento para popularizar este género musical y llevarlo a la mayoría de los hogares del país. En septiembre de 1921 se emitió el primer programa de radio en México. Una de las primeras radiodifusoras fue la XEW, donde el llamado Flaco de Oro impulsó el género musical en México y el mundo.
En México, el bolero se enriqueció para formar nuevos subgéneros. Según Evangelina Tapia Tovar, jefa de departamento de Sociología y Antropología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México aportó tríos musicales como Los Panchos; orquestas y boleros bailables, con Pérez Prado; boleros rancheros, con Javier Solís y Pedro Infante como representantes; además de una versión moderna: el bolero romántico con Armando Manzanero y Luis Miguel.
El principal compositor de boleros en México es Agustín Lara, en cuyas canciones se encuentra el legado de la tradición bolerista: Solamente una vez, Veracruz, Noche de ronda y Arráncame la vida son algunas de sus composiciones más reconocidas. La mexicana Consuelo o Consuelito Velázquez destacada por Bésame mucho y Verdad amarga. Roberto Cantoral compuso La Barca, Reloj y el éxito de José José, no clasificado como bolero, El Triste.
El bolero se extendió por todo el mundo y encontró en el chileno Lucho Gática otro de sus máximos representantes con Contigo en la distancia. El panameño Carlos Eleta Almarán compuso Historia de un amor, interpretada años más tarde por Luis Miguel en su disco de boleros Romance.
Fuente: elpais.com
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